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Alimentación saludable – Cómo hacer cambios saludables en la dieta de su hijo

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Instrucciones de cuidado

Ha tomado la importante decisión de comenzar a cambiar lo que su hijo come. Comer de manera saludable puede ayudar a que su hijo se sienta bien, se mantenga en un peso saludable, y tenga mucha energía para estudiar y jugar. De hecho, comer de manera saludable puede ayudar a que toda su familia viva mejor. La niñez es el mejor momento para adquirir hábitos saludables que pueden durar toda la vida.

Comer de manera saludable implica comer muchas frutas y verduras, carnes magras, productos lácteos descremados y semidescremados, y granos integrales. También significa limitar los líquidos dulces (como las sodas, los jugos de fruta y las bebidas deportivas), la grasa, el azúcar y los alimentos altamente procesados.

Es probable que ya haya pensado en algunos cambios que desea hacer de inmediato. Piense en algunas de las cosas (fiestas, comidas en restaurantes, tentaciones) que podrían ser un obstáculo para lograr su objetivo.

La atención de seguimiento es una parte clave del tratamiento y la seguridad de su hijo. Asegúrese de hacer y acudir a todas las citas, y llame a su médico si su hijo está teniendo problemas. También es una buena idea saber los resultados de los exámenes de su hijo y mantener una lista de los medicamentos que toma.

¿Qué puede hacer para ayudar a su hijo a comer bien?

Comparta la responsabilidad. Usted decide cuándo, dónde y qué come su familia. Su hijo decide cuánto y qué va a comer de lo que usted ofrezca. De lo contrario, la lucha por el poder podría crear problemas en la alimentación.

Para comenzar, puede usar algunas o todas las ideas que le damos a continuación. Añada a esta lista cualquier cosa que funcione para su familia.

Primeros pasos

  • Comience con pasos pequeños. De forma gradual, puede reducir el tamaño de las porciones, limitar los jugos y las sodas, y ofrecer más frutas y verduras.
    • Sirva porciones razonables de alimentos. Por ejemplo, los niños entre las edades de 2 y 8 deben consumir de 2 a 4 onzas de carne o alternativas de la carne todos los días. Los niños entre las edades de 9 y 18 deben consumir de 5 a 6 onzas de carne o alternativas de la carne todos los días. Tres onzas de carne es aproximadamente del tamaño de una baraja de naipes.
    • Aliente a su hijo a beber agua cuando tiene sed.
    • Ofrézcale muchas verduras y frutas todos los días. Por ejemplo, añada algo de fruta al cereal en el desayuno de su hijo e incluya palitos de zanahoria en su almuerzo.
  • Establezca un programa regular de refrigerios y comidas. La mayoría de los niños están bien con tres comidas y dos o tres refrigerios al día. Cuando el cuerpo de su hijo está acostumbrado a un programa, el hambre y el apetito son más regulares. Esto le ayuda a su hijo a sentirse más en sintonía con su cuerpo.
  • Asegúrese de que su hijo tome un desayuno saludable. Si no tiene mucho tiempo, pruebe con cereales con leche y frutas, yogur sin grasa o con poca grasa, o pan integral tostado.
  • Coman juntos en familia con la mayor frecuencia posible. Haga de las comidas familiares un momento agradable y positivo.
  • No compre comida chatarra. Tenga a mano refrigerios saludables que le gusten a su hijo.
  • Sea un buen ejemplo. Deje que su hijo lo vea comer alimentos que desea que él o ella coma. Cuando coma afuera, pida ensalada en lugar de papas fritas como acompañamiento.

Después de unos días o unas semanas

  • Cuando pruebe un alimento nuevo en la comida, asegúrese de incluir algo que a su hijo le guste. No deje de ofrecerle nuevos alimentos. Es posible que un niño tenga que probar un nuevo alimento varias veces antes de aceptarlo.
  • Trate de no manejar la alimentación de su hijo con comentarios como "Cómetelo todo" o "Un bocado más". Su hijo tiene la capacidad de determinar cuándo se siente lleno. Si su hijo ignora estas señales internas, no sabrá cuándo parar de comer.
  • Haga que las comidas rápidas sean un evento ocasional. Cuando haga su pedido, no pida el tamaño gigante.
  • No use la comida como recompensa por el éxito en la escuela o los deportes.
  • Hable con su hijo sobre su salud, su nivel de actividad y otras elecciones para un estilo de vida saludable. No se refiera al peso de su hijo. La manera en que se expresa sobre el cuerpo de su hijo tiene un importante impacto en su autoimagen.